Hoy me he puesto a reflexionar sobre lo importante que es vivir cada momento.
Ayer fui a comer a casa de mis padres. Por supuesto estaban mis hermanos y mi abuela (sin su otra mitad, mi abuelo). En la sobremesa nos pusimos a jugar al Tabú. La verdad es que estábamos tan animados que no nos dimos cuenta de que ella también estaba allí. Sentada en una silla en un rincón del comedor acariciando a mi perra con la mirada perdida. Por un momento, entre tantas risas y carcajadas me di cuenta de lo triste y sola que se debía sentir. Se me hizo un nudo en el estómago y me sentí realmente mal por no prestarle más atención.
Con esto quiero decir que hay que cuidar y disfrutar de las personas que queremos porque en cualquier momento nos podemos lamentar de no haberlo echo antes.
Ayer fui a comer a casa de mis padres. Por supuesto estaban mis hermanos y mi abuela (sin su otra mitad, mi abuelo). En la sobremesa nos pusimos a jugar al Tabú. La verdad es que estábamos tan animados que no nos dimos cuenta de que ella también estaba allí. Sentada en una silla en un rincón del comedor acariciando a mi perra con la mirada perdida. Por un momento, entre tantas risas y carcajadas me di cuenta de lo triste y sola que se debía sentir. Se me hizo un nudo en el estómago y me sentí realmente mal por no prestarle más atención.
Con esto quiero decir que hay que cuidar y disfrutar de las personas que queremos porque en cualquier momento nos podemos lamentar de no haberlo echo antes.
Un besote a todos los que me leéis.