Un día distinto

Hoy he tenido uno de esos sábados que hacía tiempo que no vivía. Incluso ayer por la noche fue extraño. Llevaba una temporada pasando prácticamente el fin de semana fuera de casa. He de reconocer que estaba un poco rara. Un viernes a las diez de la noche sentada en el sofá sin saber que ver. Me sentía como un pulpo en un garaje. Esa era yo. Para colmo no tenía sueño. Así que me perdí por todos esos canales de televisión a cual más "interesante" y conseguí conciliar el sueño. Por fin!

Cuanto tiempo sin dormir 10 horas seguidas!!!! Mirar el despertador y ver que son las 11 de la mañana y que no tienes prisa por hacer nada. Que más se puede pedir! Y más en esta sociedad en la que siempre vamos de culo y estresados. Ha sido genial bajar al comedor y poder desayunar viendo a mi padre en el sillón leyendo el periódico, mi hermano haciendo los deberes, mi madre cuidando sus plantas y un croissant encima de la mesa esperándome junto a una taza, café, azúcar, leche y curiosamente al lado un estuche lleno de colores…Puede parecer una escena muy normal, pero ni os imagináis lo que he disfrutado de ese momento. Luego he recogido un poco mis cosas (últimamente mi habitación no está como me gustaría, lo reconozco). De fondo suena Mojo Project, me pone las pilas y sin darme cuenta oigo a mi madre que me llama para ir a ver a mis abuelos (a los que también tengo un poco olvidados).

Volvemos a casa. No me encuentro demasiado bien, esta mañana me he despertado con un ligero dolor de garganta y me tumbo a dormir un poco después de comer. Mi intención es salir a quemar un poco de adrenalina, he quedado con unos amigos a los que hace tiempo que no veo. Y me apetece desfasar un poco. Pero me despierto peor y con unas décimas de fiebre. Así que les llamo y me mentalizo, no voy a salir (al menos hoy). Uf!!! Se me cae la casa encima. Me encuentro mal y no me apetece hacer nada. Hasta ahora mismo, me estoy observando y....

VUELVO A SENTIRME COMO UN PULPO EN UN GARAJE.